Uno de los iconos más emblemáticos de Nueva York y de los Estados Unidos es, sin duda, la Estatua de la Libertad. Situada en la pequeña Isla de la Libertad, este monumento no solo representa la libertad y la esperanza, sino que también es uno de los puntos turísticos más visitados de la Gran Manzana. En esta guía, te contaremos todo lo que necesitas saber para planificar tu visita en ferry a la Estatua de la Libertad, desde su historia hasta consejos prácticos para disfrutar al máximo de esta experiencia inolvidable.
Historia del lugar
La Estatua de la Libertad fue un regalo de Francia a los Estados Unidos en 1886, para conmemorar el centenario de la independencia estadounidense y fortalecer los lazos de amistad entre ambas naciones. Diseñada por el escultor Frédéric Auguste Bartholdi y con una estructura interna creada por Gustave Eiffel, esta colosal figura de cobre se ha convertido en un símbolo universal de libertad y democracia.
La estatua mide 93 metros desde el suelo hasta la antorcha y ha sido un faro de esperanza para millones de inmigrantes que llegaban al puerto de Nueva York en busca de una nueva vida. Hoy en día, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una de las atracciones más icónicas del mundo.
Qué visitar
Una visita a la Estatua de la Libertad incluye varios puntos destacados:
- La Base y el Museo: Descubre la historia y el simbolismo de la estatua en el museo ubicado en su base. A través de exhibiciones interactivas y objetos históricos, aprenderás sobre su construcción y significado.
- La Corona: Si estás dispuesto a subir más de 300 escalones, podrás disfrutar de una vista panorámica única de Nueva York desde la corona.
- Ellis Island: Muchos ferris incluyen una parada en Ellis Island, donde se encuentra el Museo de la Inmigración. Este lugar fue la puerta de entrada para millones de inmigrantes a los Estados Unidos entre 1892 y 1954.
Horarios de visitas
Los ferris a la Estatua de la Libertad operan todos los días, excepto el 25 de diciembre. Los horarios pueden variar según la temporada, pero generalmente las salidas comienzan a las 9:00 a.m. y terminan alrededor de las 4:30 p.m.
Es recomendable llegar temprano para evitar largas filas, especialmente durante los fines de semana y las vacaciones. Las visitas a la corona tienen horarios restringidos y requieren reservación anticipada.
Precios de las visitas
- Entrada general: A partir de $24.50 para adultos.
- Entrada con acceso a la corona: Desde $31.50 (reserva anticipada obligatoria).
- Niños de 4 a 12 años: $12.
- Personas mayores (62+ años): $18.
Los boletos incluyen el viaje en ferry, la entrada al museo y la posibilidad de visitar Ellis Island. Puedes adquirirlos en Statue Cruises, la única compañía autorizada para operar ferris a la Estatua de la Libertad.
Ubicación y cómo llegar
Los ferris parten desde dos puntos principales:
- Battery Park (Manhattan): Fácilmente accesible en metro a través de las líneas 1, 4, 5 o R.
- Liberty State Park (New Jersey): Ideal si estás alojado en el estado vecino. Puedes llegar en coche o tren.
Ambos puntos de partida cuentan con señalización clara y opciones de estacionamiento cercano.
Dónde comer
Aunque hay cafeterías en las islas, los precios suelen ser altos y las opciones limitadas. Te recomendamos llevar snacks o planificar una comida en los alrededores de Battery Park, donde encontrarás restaurantes para todos los presupuestos. Algunas opciones populares incluyen:
- Inatteso Café: Con su deliciosa cocina italiana.
- Pier A Harbor House: Ideal para disfrutar de mariscos frescos con vistas al puerto.
Información diversa de interés para visitantes
- Duración de la visita: Reserva al menos 3-4 horas para disfrutar de la experiencia completa.
- Consejos de vestimenta: Usa ropa cómoda y lleva calzado adecuado para caminar. Durante el invierno, abrígate bien, ya que puede hacer mucho viento en el agua.
- Accesibilidad: La estatua y los ferris son accesibles para personas con movilidad reducida.
- Seguridad: Había controles de seguridad similares a los de los aeropuertos antes de abordar los ferris. Evita llevar objetos prohibidos como tijeras o cuchillos.
